viernes, 7 de agosto de 2009

Confín del mundo

Los shelk´nam no eran nómadas. Cada clan, linaje o familia extensa controlaba un territorio perfectamente delimitado en la región insular de Tierra del Fuego. Los límites eran rigurosamente respetados. Por supuesto, recorrían su casa sirviéndose los recursos que la naturaleza les otorgaba. Eran gente físicamente corpulenta (algunos median más de 1,80 m.); excelentes rastreadores e incansables cazadores, vestían con pieles de guanaco y calzaban jumni (mocasín de piel) durante todo el año.
Usaban cueros de guanaco (sin pelo e impermeabilizados con una mezcla de barro con saliva) para sus toldos. Se diferenciaban de sus vecinos continentales, los Tehuelches, en que usaban sus pieles con pelo por afuera, no tenían caballos, y los toldos estaban pintados de rojo sin diseños.
Nunca usaban canoas, lanzas o arpones. Pescaban solamente con marea baja. Tenían cunas para los bebes; usaban tatuajes en los brazos, y pintaban sus caras para mostrar sus sentimientos.
Su idioma era menos rico que el Yahgan; pero tenían nombres para cada colina o valle más chico. Ona es una palabra Yahgan; ellos se llamaban a si mismos, Shelk´man.
El grupo no era jerárquico y se regía por la reciprocidad y el acceso igualitario de cada familia a las fuentes de alimentación, vestido y habitación.

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